IGP faba asturiana / Foto: Damián Arienza
El Diario Oficial de la Unión Europea publica el nuevo reglamente para vinos, bebidas espirituosas y productos agrícolas que «fortalece la protección de los alimentos de calidad»
A. S. GONZÁLEZ
España es, solo superada por Italia y Francia, el tercer país europeo en número de figuras de calidad inscritas en el registro comunitario con un total de 381 que corresponden a 146 vinos, 212 productos agroalimentarios -carnes y productos cárnicos, quesos, mieles, aceites de oliva, legumbres, frutas, hortalizas, arroces, productos pesqueros, especias, vinagres, turrones y sidras- 19 bebidas espirituosas y 4 especialidades tradicionales garantizadas.
De ellas, once son asturianas. El Principado suma seis productos amparados por una denominación de origen protegida, los quesos Afuega l´Pitu, Cabrales, Gamonéu, Casín, la Sidra de Asturias y el Vino de Cangas y cinco con la identificación geográfica protegida, Faba de Asturias, Miel de Asturias, Ternera Asturiana, Los Beyos y Chosco de Tineo. La escanda asturiana busca entrar en esta última categoría. Son, en total, 25 productos nacionales los que permanecen en proceso de evaluación por parte de la Comisión Europea.
El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado esta semana el nuevo Reglamento que regirá las indicaciones geográficas para vinos, bebidas espirituosas y productos agrícolas, así como sobre los regímenes de calidad de los productos agrícolas. La norma dota de un marco legal «único y modernizado» a las denominaciones de calidad de los productos agroalimentarios comunitarios.
La modificación legislativa fue uno de los asuntos prioritarios durante la Presidencia española de la UE y el 24 de octubre del año pasado los Estados miembros alcanzaron un acuerdo político. «Supone un importante avance que fortalecerá la protección de los alimentos de calidad de la UE en los mercados y contribuirá a mejorar las retribuciones de agricultores y ganaderos», valoraba entonces el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
El nuevo reglamento, que busca reforzará el valor diferencial de los productos agroalimentarios europeos, amplía el ámbito de aplicación del anterior y reúne en una única norma la regulación de las distintas figuras de calidad existentes. Unifica también los procedimientos administrativos y la protección jurídica de las tres formas de calidad de las indicaciones geográficas: productos agroalimentarios, vinos y bebidas espirituosas.
Además,extiende la protección no solo al mercado online, sino también a los nombres de dominio de Internet, algo esencial para garantizar la reputación de las indicaciones geográficas. Los productores podrán incluir en los pliegos requisitos basados en la aplicación de prácticas sostenibles «tanto de carácter medioambiental, como social, económico, o de bienestar animal».
El reglamento ofrece garantías para el empleo de ingredientes amparados por una denominación de calidad en la elaboración de productos transformados o envasados. El objetivo es evitar posibles abusos en la utilización de nombres de una indicación geográfica si se usan ingredientes en cantidad que no resulte suficiente para conferir sus características al producto final.
Por primera vez, un alimento procesado podrá incorporar en el etiquetado de su envase la mención de una indicación geográfica, así como en su material publicitario. Será obligatorio mencionar al productor de en el etiquetado del producto.
Actualmente, hay reconocidas en la Unión Europea 3.626 indicaciones de calidad con una cifra de negocio que supera los 80.000 millones de euros y con un valor de las exportaciones de 18.000 millones. Los productos con DOP e IGP están amparados en los acuerdos comerciales que suscribe la UE con terceros países, que no pueden emplear estas denominaciones en ningún tipo de producto propio.
El valor en origen de las producciones españolas con denominación de calidad ascendió en el año 2022 a 6.924 millones de euros, de los que más de 4.300 millones de euros corresponden a vinos.