Gochos asturceltas en la explotación de Casa Cabo, en Vegadeo / A. R.
El Principado quiere extender a otras zonas de Asturias el proyecto de la explotación veigueña Casa Cabo, con 25 cerdos e instalaciones móviles
ÁNGELA RODRÍGUEZ
La explotación del gochu asturcelta en extensivo era ya sobre el papel uno de los proyectos más prometedores para Vegadeo. Sostenible, innovadora y accesible, la iniciativa se presentaba como uno de los posibles salvavidas del medio rural. Y ayer, las decenas de visitantes de la ganadería Casa Cabo, en Sela da Loura, lo constataron.
«Es realmente interesante poder conocer esta explotación, que aprovecha los recursos de la zona, algo muy importante dada la subida de los precios de los piensos y la necesidad que tenemos de valorar nuestro paisaje y de potenciar el aprovechamiento de los montes», apuntó Rocío Huerta, directora general de Ganadería y Sanidad Animal. Junto al alcalde, diputadas socialistas, técnicos, ganaderos de la zona y la directora de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Begoña López, la responsable de Ganadería participó en la jornada divulgativa sobre la gestión del porcino celta organizada por el Serida en Vegadeo.
«Esta es, además, una explotación móvil, lo que implica un ahorro sustancial en el coste de la inversión. Y adopta unas medidas de bioseguridad –como son los cierres perimetrales–, con las que se garantiza la protección de los animales frente a las enfermedades», explicó Huerta sobre el proyecto de Casa Cabo, que por el momento cuenta con 25 gochos asturceltas, aunque llegará a 50.
El grupo operativo Forescelta es el impulsor de la instalación de este sistema de cría en Vegadeo y Ribeira de Piquín (Lugo), patentado en 2017 por la Asociación de Criadores de Ganado Porcino Celta (Asoporcel). La utilización del sotobosque para la cría de estas razas autóctonas potencia la conservación del patrimonio genético y contribuye a luchar contra los incendios forestales. «Es increíble lo que desbrozan y trabajan estos animales», explicaba Iván Rodríguez, veterinario y director técnico de Asoporcel.
Comederos, refugios, una manga de manejo y un cierre perimetral con valla electrificada son algunos de los principales elementos de la explotación veigueña, en la que los animales saben, por el sonido de una alarma, cuando es la hora de recogerse y alimentarse. «Es muy gratificante que el proyecto sea compartido por Galicia y Asturias. Asoporcel, con el porco celta, es como el hermano mayor y nos va orientando. La innovación que implica este sistema también es reseñable, con un claro componente digital», alabó al respecto Huerta.
La gestión extensiva del gochu asturcelta se presenta como un modelo idóneo para el sector en la región. «Es muy interesante replicarlo en otras zonas de Asturias. A la hora de producir alimentos, este sistema lo hace de forma respetuosa con el medio ambiente y los animales, y no requiere de un gran desembolso, que muchas veces desanima a los emprendedores», reconoció Huerta entre los productores que vendían en el ferial.
La jornada se desenvolvió en el marco de la Feria de Productos del Cerdo, un evento que regresó a Vegadeo con buena acogida y ventas. «Los clientes son fieles», comentaban los productores, que han tenido que incrementar el precio hasta un euro por kilo respecto al pasado año para compensar la subida de los costes de producción