El ave fue encontrado malherido y ha sido liberado, tras su rehabilitación, con un dispositivo GPS para evaluar el riesgo de colisión de las aves con aerogeneradores y redes eléctricas
A. S. GONZÁLEZ
El 2 de diciembre del año pasado, un vecino de Barréu (Tineo) avisó al 112 de que había encontrado un milano real malherido. Incapaz de levantar el vuelo, se encontraba tendido en el suelo con fracturas aparentes del ala y la garra izquierdas; también tenía una lesión perforante en el pico y heridas asociadas a fracturas.
El ave fue trasladado al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Sobrescobio, donde ha permanecido hasta ahora recuperándose de sus heridas, causadas con toda probabilidad por dos perdigones de caza menor, que podían verse en las radiografías.
El milano, que ya vuela libre, fue operado para estabilizar las fracturas mediante agujas intramedulares y fijadores externos, retirados el 9 de enero. Poco a poco, comenzó a apoyarse y caminar sobre sus garras e incluso a realizar pequeños vuelos en cuanto se trasladó a un voladero el 17 de enero.
La completa recuperación de sus lesiones permitió ya su paso a las instalaciones exteriores el 2 de febrero, para concluir la fase de musculación y alcanzar un estado idóneo para su reintroducción en el entorno natural. Un agente del Medio Natural y un veterinario de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria lo liberaron ayer en la misma zona en la que fue hallado.
Su vuelo, ya libre, está siendo monitorizado a través de un dispositivo GPS. El milano es un centinela en un proyecto del Instituto Mixto de Investigación de Biodiversidad, en colaboración con el Principado, para evaluar cómo los animales rehabilitados se adaptan al medio tras ser liberados.
Su libre albedrio servirá para conocer la nueva adaptación al medio de las aves tras su recuperación y el riesgo de colisión con aerogeneradores y redes eléctricas; también estudiarán posibles envenenamientos de las aves rapaces.
La investigación forma parte de un proyecto liderado por la Universidad de Oviedo, que cuenta con financiación de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.