El consejo regulador de la IGP otorga los premios de calidad a los productores y envasadores de Faba y Verdina, un sector en alza «donde cogemos todos»
ANGELA RODRIGUEZ
«La vida no es una foto de un plato de fabada en las redes sociales. En cada cucharada hay una paisana o un paisano que se levanta cada día a pesar de todo», clamó ayer el humorista Joaquín Pajarón, tras ser elegido nuevo embajador de la IGP Faba Asturiana. Un honor que recibió, en La Colorada (Navia). durante la gala de entrega de los premios de calidad de Faba y Verdina, por las cosechas 2020-2021,
«Hoy es un día de celebración, se reúne la familia de la faba. Un sector ejemplar, que se está profesionalizando y que hace equipo y familia», señaló la directora general de Agroalimentación, Begoña López. Una profesionalización que para algunos ha salvado el futuro del producto.
«La legumbre seca es un sector regresivo, cada vez la gente la come menos. Sin embargo la Faba Asturiana es un producto gourmet, de calidad, que la gente busca para momentos determinados de reunión», destacó Victor Manuel Berdasco, gerente de Legumbres La Tierrina Vaqueira, en Valdés, y premio a la mayor comercialización certificada en grano, tanto de Faba como de Verdina. Como aseguró Vidal Francisco Álvarez, -a quien el consejo reconoció su gran implicación- «si a la faba asturiana le va bien, le irá bien a Asturias»
Con una experiencia de más de veinte años, el coañés Sergio Suárez, presidente de la IGP, se llevó, también en ambas variedades, el Premio a la mayor producción vendida con el sello de protección. «El objetivo del consejo es certificar toda la producción. Desde 2020 está aumentando, y también las hectáreas sembradas, mientras bajan los productores» señala Suárez, animándo a los jóvenes a incorporarse. «En esto cogemos todos, grandes y pequeños».
Precisamente, desde Salas, el productor de 24 años, Ignacio Garrido -Fabas de Llazán- recibió el premio a la mayor producción certificada con marca del productor. En la misma categoría, el praviano Miguel Rodríguez, de Finca La Villa, también se llevó el galardón, con 1.300 kilos.
El premio a la mayor comercialización certificada con embutido fue, esta vez, para Quesos del Principado de Asturias. Productos Noreñenses S.L se llevó el galardón a la mayor comercialización certificada en producto elaborado. En categoría análoga, variedad verdina, Conservas Laurel S.L, fue el ganador.
Reivindicando la creación de la IGP para la verdina, María Cecilia Fernández, de Gozón, se hizo con el Premio a la mayor producción certificada con marca del productor, bajo el sello Casa Bartuelo.