Fotos: Seresco
Las máquinas permiten detectar precozmente las plagas a través del reconocimiento de imágenes y cuantifican los pulgones
A. S. GONZÁLEZ
La tecnología y las técnicas de inteligencia artificial se alían para proteger a la faba asturiana de las plagas. El proyecto PLAGo ha alumbrado un robot autónomo que inspecciona invernaderos y plantaciones y cuantifica el volumen de pulgones alojados en el tallo y en las hojas de las plantas.
La iniciativa cofinanciada por el Gobierno del Principado de Asturias, a través de la Agencia Sekuens y el Plan de Ciencia Tecnología e Innovación, y por los fondos Feder, ha finalizado con éxito.
El proyecto consistía en el desarrollo de una plataforma web que permitiera a los agricultores, por un lado, optimizar el uso de sus recursos, y por otro, mejorar la calidad y la productividad de sus cultivos valiéndose del uso sensores IoT y de robots autónomos de tierra encargados de inspeccionar plantas tanto en invernaderos como en plantaciones de faba.
A través del desarrollo y entrenamiento de algoritmos de detección de plagas mediante reconocimiento de imágenes, los robots toman fotografías de las plantas que posteriormente son procesadas para detectar el número de pulgones que se encuentran en el tallo y en las hojas de las plantas.
Seresco, con el apoyo del Centro Tecnológico IDONIAL, estudió primero técnicas y algoritmos para reducir las plagas del pulgón y recopiló después datos de sensores IoT y estaciones meteorológicas cercanas al cultivo. El siguiente paso fue construir un robot autónomo que inspeccionara invernaderos y plantaciones de faba e identificar los patrones de comportamiento de los pulgones mediante reconocimiento de imagen, etiquetándolos y categorizándolos. Hecho esto, se creó una plataforma web para que los agricultores controlen el estado del cultivo, visualicen datos meteorológicos y conozcan el estado de sus plantas.
El robot se probó en la plantación de faba del Serida, ubicada en Villaviciosa, lo que permitió validar todo e proceso. El servicio de investigación asturiano colaboró con Seresco, líder del proyecto, en la identificación de pulgones y en el cultivo de las legumbres