Eucaliptos y pinos en la zona de Berbes, en Ribadesella. / Xuan Cueto

25 organizaciones ecologistas suscriben una declaración conjunta para paralizar el crecimiento de la superficie ocupada y proteger la biodiversidad

A. S. GONZÁLEZ

Los colectivos ecologistas exigen ampliar y extender las moratorias al eucalipto en todo el norte peninsular para frenar su expansión y proteger la biodiversidad. Un total de 25 organizaciones han suscrito una declaración conjunta que reclama, entre otras medidas, la prohibición de nuevas plantaciones hasta 2030 en Asturias, Cantabria, Álava y Gipuzkoa y ampliar hasta esa misma fecha las vigentes en Galicia y Bizkaia, que expiran el presente ejercicio.

El texto subraya que la proliferación de eucaliptos pone el riesgo el paisaje, la biodiversidad e incluso los espacios protegidos. Y señalan el Principado como uno de los casos preocupantes, done “todos los espacios de la Red Natura 2000 de la costa asturiana están afectados, y es especialmente grave en la Reserva Natural Parcial de la Ria de Villaviciosa, (ZEC y ZEPA) y en la Reserva de la Biosfera de Rio Eo, Oscos y Terras de Burón (ZEC y ZEPA)”.

Greenpeace y el resto de firmantes solicitan paralizar el crecimiento de la superficie ocupada mientras no se asegure el cumplimiento de los objetivos de la planificación forestal, la diversificación de las masas productivas para toda la cadena de valor del sector forestal y el mantenimiento de la biodiversidad.

Además, reclaman frenar el crecimiento de la demanda de madera de eucalipto en España y Portugal mediante la retirada de los proyectos actuales de nuevas fábricas de producción de celulosa, como la macrocelulósica de Altri en Palas del Rei (Lugo,  y revisar el decreto que regula el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras para crear un marco jurídico adecuado que evite los efectos ambientales adversos de su naturalización y expansión fuera de las plantaciones.

Otra de las reivindicaciones es la creación de un grupo de trabajo multidisciplinar, en el seno del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que aborde los efectos sobre la biodiversidad de la expansión del eucalipto fuera de las plantaciones, en especial en el interior de los espacios naturales protegidos y que evalúe el coste de su erradicación en zonas de Red Natura 2000, áreas que podrían ser restauradas en el marco del Plan Nacional de Restauración de la Naturaleza de España. Asimismo, abogan por el desarrollo de nuevos modelos de silvicultura.

Según los datos de los diferentes inventarios forestales, las plantaciones de eucalipto siguen extendiéndose en la mayoría de territorio norte de la península ibérica, impulsadas por la sustitución masiva de coníferas afectadas por varias plagas, entre ellas la banda marrón.

El fenómeno ya ha llevado a Portugal -hasta 2030- y a Galicia y Bizkaia -hasta 2025- a implantar sus propia moratorias, “una expresión más del problema”. Mientras, las papeleras lusas compran y arrendan plantaciones de eucalipto en Galicia y Asturias.

En el sector forestal, y en especial en el de toda la cadena de valor de la madera de coníferas (madera estructural, tablero y aserrío), también han saltado las alarmas ante el evidente riesgo de desabastecimiento.

“No se puede permitir que el sector forestal del norte de la península camine hacia el monocultivo económico de la producción de celulosa. No solo está en juego la diversificación productiva y el mantenimiento de las diversas cadenas de valor, sino la búsqueda de una mejor adaptación de los ecosistemas al cambio climático, con nuevos modelos de gestión forestal de plantaciones que eviten que la situación actual se repita dentro de unos años”, sostiene.