El Serida avanza en un innovador modelo de economía circular a partir de residuos agrícolas para el desarrollo de fertilizantes, abonos y sustento alimentario avícola

A. S. GONZÁLEZ

Reutilizar residuos orgánicos de la producción agrícola para criar una legión de insectos, moscas soldado, y generar productos con alto valor añadido. Con este objetivo, el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) participa en el proyecto europeo Advagromed, presentado hoy en Grado al sector agroalimentario asturiano.

Un equipo multidisciplinar de investigadores y técnicos del organismo trabaja ya en la recreación de un innovador modelo de economía circular a partir del cual se crearán, desde los deshechos agrícolas, fertilizantes, abonos y sustento alimentario avícola.

El proyecto se divide en tres fases. La primera es la valoración de residuos de la industria agroalimentaria y otros recursos naturales para la cría de insectos. La segunda implica a la gallina pinta. El equipo de trabajo analiza las respuestas productivas, de salud y bienestar de las aves alimentadas con larvas de moscas. La última consiste en la evaluación de diferentes fertilizantes, incluidos varios derivados de la producción de larvas de moscas y huevos de gallina, para la mejora de suelos.

En Asturias, este modelo de economía circular es inédito. Investigadores y técnicos del Serida, con una formación muy diversa como biólogos, veterinarios, químicos o ingenieros agrónomos, avanzan en las distintas fases del proyecto. La primera etapa se inició con el análisis de 24 subproductos de la industria agroalimentaria regional, así como otros recursos naturales, como las algas, para evaluar su potencial como alimentos para moscas soldado.

Paralelamente, se están analizando las respuestas productivas, salud y bienestar, así como la calidad de los huevos de gallinas de la raza pita pinta asturiana que han sido alimentadas con diferentes dietas que incluyen las larvas de insectos. “Compartimos con la Asociación de Criadores de Pita Pinta Asturiana nuestros resultados, esperando que les ayuden a poner en valor esa raza”, ha explicado Rocío Rosa, investigadora responsable del proyecto. Además, “conoceremos mejor a nuestra pita pinta, una raza rústica propia y de la que hay muy poca información sobre la calidad de sus huevos y su salud”.

Se están realizando ensayos para evaluar el potencial de la gallinaza (estiércol) producida por estos animales, alimentados con diferentes dietas y del residuo de la multiplicación de los insectos, como fertilizantes para producir verdinas, berzas y lechugas en una rotación de cultivos. Los estudios calcularán los rendimientos de cada uno, su calidad y los cambios en la salud de los suelos.

El programa también ha tenido en cuenta la opinión del sector agroalimentario asturiano  a través de entrevistas con los productores para conocer qué residuos generan, cuántos o qué hacen con ellos y cómo valoran las innovaciones como la multiplicación de insectos.

Advagromed implica a un consorcio internacional de universidades, centros de investigación agroalimentaria y empresas de España, Italia, Portugal, Grecia, Portugal y Marruecos que exploran modelos de economía circular para producir alimentos y otros productos de valor añadido a partir de recursos naturales locales. La iniciativa, financiada con los fondos Next Generation, está alineada con los objetivos de la Unión Europea y favorecerá la reducción del uso de fertilizantes químicos, sustituyéndolos por los equivalentes naturales.