Jorge García, director de producción vegetal, en la finca que Campoastur tiene en Nava / Pablo Lorenzana
La cooperativa Campoastur resuelve la dualidad en cosechas con un método «conocido en el resto del mundo que regula la producción»
PILAR GUTIÉRREZ
La vecería, la división de años pares e impares que marcan la riqueza en cosecha de manzana asturiana o la escasez de la misma, ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza para los productores desde hace años. Al fin, la cooperativa Campoastur ha dado un paso hacia delante para «paliar» esta situación, basándose en un método científico –ya conocido en el resto del mundo y ampliamente utilizado– que ha demostrado tener un gran efecto positivo en la variedad asturiana.
El campo de ensayo de la cooperativa arrancó en Nava, en la pumarada El Enguilu, de 7,5 hectáreas. Hace diez años, se comenzó la plantación haciendo una división entre el uso comercial de la misma y la colección de variedades de manzana asturiana, resultando en un total de 140 manzanos. Así lo explica a este diario Jorge García, director de producción vegetal de Campoastur, quien reseña que 76 de las mismas están recogidas como Denominación de Origen y las otras 64 son variedades locales. «La cooperativa comercializa la manzana de todos sus socios productores, y se consiguen entre cinco y seis millones los años de fruto y unos tres millones los de escasez. Suponía un problema para satisfacer la demanda de los llagares, por lo que en Campoastur intercambiamos el año», relata. ¿Cómo? Pues con el uso de fitoreguladores, productos químicos «de aclareo» que se aplican a la manzana cuando «aún son del tamaño de una avellana» durante los años impares de abundancia, por lo que «se tira manzana y se regula la cosecha» al mismo tiempo que el volumen de la fruta, sin ser muy pequeña.
La dosis, los productos y el momento adecuado ya es un conocimiento sabido, aunque Campoastur se cercioró de «cómo sería la respuesta de la manzana asturiana, plantada en nuestro clima» en 2010. Tras varios ensayos, el método se ha ampliado a varias fincas de la cooperativa, «pero en ninguna lo llevamos tan al extremo en producción como en El Enguilu». Eso sí, mantiene, siguen siendo prácticamente los únicos en la región en emplear en emplearla.
A pesar que desde la Consejería del Medio Rural hubo varias iniciativas de promoción de los fitoreguladores entre 2019 y 2020 –con Campoastur respaldándolas–, asegurando que «así se consigue manzana todos los años», sólo se aplicó en algunas hileras de manzanos en varias fincas, con «amplia resistencia de los productores». ¿Por qué? La producción asturiana, explica García, «no es un sector muy profesional, además de que en la manzana de sidra no importa el tamaño, no estás obligado a buscar un calibre específico como la manzana de mesa». Además, el hecho de tener que tirar cosecha, «sigue teniendo oposición y el productor entra muy mal a ello». Aun así, si se quiere resolver la eterna disyuntiva de la vecería, «esta es la manera».
«Si no hacemos nada, en poco más de diez años nos quedaremos sin variedad asturiana»
Subiendo en el escalafón de problemas para los productores de manzana asturiana, ocupa el primer lugar la falta de rentabilidad. Una inquietud de la que Jorge García, de la cooperativa Campoastur, es muy consciente.
«La rentabilidad de un producto gira entorno a su consumición y dado que la manzana de importación, venida de Francia, resulta más barata, no se puede competir con ella», explica.
La complicación económica, añade, va de la mano con abaratar costes y, consecuencia, «no usar técnicas en la plantación, con lo cual la vecería tampoco se soluciona».
Así, la situación actual de la manzana de sidra acusa una falta de cuidados en su cultivo y, además, el hecho de que «en la última década no se ha plantado prácticamente nada, no hay una renovación».
La alarma ha llegado al extremo de que «si no hacemos nada, en poco más de diez años nos quedaremos sin variedad asturiana».
De ahí que, a raíz de la escalada continua de este problema, se haya formado este año un grupo desde el Consejo Regulador de Sidra Asturiana, formado por llagares y cosecheros de manzanas sidra Denominación de Origen Protegido, con el fin de trabajar en un documento para «resolver la situación y volver a plantar manzanos asturianos».