Caballos del Ministerio de Defensa en una parada de sementales en Pola de Laviana.  / JUAN CARLOS ROMÁN

«Solo en pagar a los veterinarios para poder dar este servicio, se ha pasado de 4.000 euros a 14.000. No lo podemos abordar»

A. FUENTE

La parada de sementales, puntos de inseminación equina con caballos del Ejército, plantea este año un importante incremento del coste –más del triple– de la partida que tendrían que aportar los ayuntamientos de Mieres, Lena y Riosa para este servicio; sube de manera considerable el precio a los ganaderos y se rebaja la calidad de la prestación con cambios considerables. El concejal de Mantenimiento y Conservación del Medio Rural mierense, Luis Ángel Vázquez Maseda, daba un dato revelador: «Solo en pagar a los veterinarios para poder dar este servicio, se ha pasado de 4.000 euros a 14.000. No lo podemos abordar», se quejaba. Por eso, se ha decidido no realizar parada alguna.

En este sentido, «y ante este incremento inasumible, los ayuntamientos de Mieres, Lena y Riosa emplazan a la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial a buscar una solución a esta cuestión que no pase por atracar a consistorios y ganaderos». De este modo, se reclama al Principado que se negocie con los veterinarios que prestan el servicio, para abordar esta cuestión de forma conjunta y «para garantizar que las paradas puedan llevarse a cabo como venía haciéndose hasta ahora, ya que son temas prioritarios para garantizar que estos municipios puedan seguir colaborando con esta iniciativa como hasta ahora ya que, de lo contrario, se perderán paradas ante un coste que nos es imposible asumir».

Maseda también señalaba que el precio que pagan los ganaderos, aunque no se ha visto incrementado en cantidad, sí que lo ha hecho en la fórmula, que deja de ser un servicio atractivo. «Por inseminar un ejemplar de tiro son 58 euros; por uno de monta, 115. Pero era el precio que se abonaba hasta que la yegua quedara preñada y no como ahora, que hay que pagar por cada tres intentos. Si no se logra, hay que volver a pasar por caja».

Los consistorios de Mieres, Lena y Riosa quieren seguir promoviendo estas paradas como han venido haciendo siempre con un servicio que mejora la cabaña ganadera en nuestra comarca y en Asturias en general, pero no pueden hacerlo a cualquier precio y por ello instan a la consejería a negociar con los veterinarios para frenar este incremento injustificado del coste. «Con esta situación todos salimos perdiendo, por eso, no se puede hacer frente», se señala desde estos concejos (los tres gobernados por Izquierda Unida).

Calidad militar
Maseda explica que la parada militar se realizaba para generar ejemplares de gran calidad gracias «a que los caballos del Ejército son muy buenos». La inseminación se puede realizar de forma natural o artificial con los animales que forman parte del centro militar de cría de Mazcuerras (Cantabria).

El origen de la cría caballar, sus funciones y su relación con los ejércitos se remonta a la época de los Reyes Católicos. A lo largo de su historia reciente, cuyo inicio data en 1864, Cría Caballar ha sabido hacer compatibles los conceptos de tradición y modernidad cumpliendo sus cometidos con la discreción, rigurosidad y eficacia propias de la institución militar. La constante formación de su personal y una continua labor de investigación e innovación vinculada a la reproducción.