La intención del Principado es ayudar a acondicionar la cavidad una vez que se encuentre la idónea, lo que requiere de un estudio
GLORIA POMARADA
La del queso Gamonéu es una Denominación de Origen Protegida (DOP) en fase de crecimiento, a la que se están sumando nuevos elaboradores y que requiere por ello de más espacios para la maduración de sus piezas. De la necesidad vienen alertando desde tiempo atrás desde el Consejero Regulador e insistieron ayer en la oniense Cueva Oscura, principal cavidad de titularidad pública donde actualmente maduran sus quesos el grueso de elaboradores, hasta 12 de los 21 adheridos a la DOP en la variedad del valle. «Ya no cabe más, urgen cuevas», explicó Rosa Sánchez, presidenta de la entidad que gestiona la Cueva Oscura, integrada por los propios queseros. Recordó además que si «cada vez hay más elaboradores, es que la cosa va bien». De hecho, a la DOP se sumarán en breve dos queserías más del concejo de Onís.
Precisamente Cueva Oscura fue el lugar elegido ayer por la subdirectora general de Dinamización del Medio Rural del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carolina Gutiérrez Ansótegui, para iniciar su recorrido por la comarca. Acompañada de la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación del Principado, Begoña López, pudo comprobar tanto la labor como las necesidades de los elaboradores de Gamonéu. Begoña López indicó que ante el nuevo periodo de las ayudas Leader es posible «recoger muchas demandas del sector». «No hay nada mejor que estar en el territorio, escucharles y ver en qué podemos trabajar de cara al futuro», sostuvo la directora general.
Subrayó asimismo que «se están buscando» nuevas cuevas de maduración y que, una vez encontrada la idónea, la intención del Principado es ayudar a «acondicionarlas adecuadamente». Si bien la mayoría se descartan por ser pequeñas, sí existe una cavidad que podría reunir los requisitos: la cueva La Cañada, cerca del pueblo de Gamonéu de Onís. Para determinar si cumple las condiciones el Ayuntamiento de Cangas de Onís destinará parte de sus ayudas de fondos europeos para la Reserva de la Biosfera a la elaboración de un estudio. La previsión es que el análisis se prolongue durante al menos un año.