Un informe publicado por CC OO constata que «perciben salarios inferiores a los de sus compañeros varones, incluso realizando el mismo trabajo»
A. S. GONZÁLEZ
Las mujeres del campo ganan, de media, un 11,7% menos que los hombres que trabajan la tierra. El salario medio bruto mensual en el agro alcanzó en 2024 los 1.591,61 euros. Para ellas fue de 1.454,65 euros mensuales, para ellos de 1.625,24 euros.
Así se desprende del informe ‘La situación sociolaboral de la mujer en la industria y el campo’ publicado por CCOO. Las mujeres perciben salarios inferiores a los de sus compañeros varones, incluso realizando el mismo trabajo. Además, persisten prácticas que dificultan el reconocimiento de la antigüedad y los derechos laborales, una cuestión que afecta especialmente a temporeras y trabajadoras sin contrato fijo.
El estudio atribuye la brecha salarial a que, además, a las profesionales agrarias «se les asignan principalmente tareas de menor valor y peor retribución», como la recolección, selección y empaquetado de productos, mientras que los puestos de mayor responsabilidad, como la supervisión o gestión de explotaciones, son masculino.
El tramo de menor salario concentra al 28,64% de trabajadoras. Todo ello, «a pesar de que las mujeres tienen mayor formación académica que los hombres en muchos de estos»
El informe también subraya que la temporalidad y el subempleo afectan de manera desproporcionada al empleo femenino. Ellas soportan tasas más altas de contratación a tiempo parcial involuntario, lo que impacta directamente en su estabilidad económica y en sus posibilidades de desarrollo profesional.
Lejos de mejorar, la brecha salarial tiende a agravarse. Tras un largo período de disminución, en 2023 experimentó un retroceso, creciendo « de forma muy significativa». El sindicato lo achaca a múltiples factores, entre ellos la disminución de la demanda de mano de obra en el campo después del año 2022, acompañada de una mayor mecanización de las explotaciones, así como el intento de fidelizar el factor trabajo ante el éxodo hacia otros sectores de la economía.
CC OO también destaca que las mujeres enfrentan mayores riesgos ergonómicos y problemas de salud debido a jornadas «extenuantes» y a la falta de adaptación de herramientas y equipos de protección a su fisiología. Además, son más vulnerables al acoso laboral y sexual y la discriminación, con menos recursos para denunciar o recibir apoyo sindical efectivo.