Productores de lechazo de la marca de los Picos de Europa, reunidos en Benia / E. C.
Aseguran que los depredadores son uno de sus principales problemas e indican que tienen de media cuatro mastines por rebaño para proteger a sus reses
SARA GARCÍA ANTÓN
La marca de Garantía Pro-Biodiversidad del lechazo de la comarca de los Picos de Europa, constituida hace cinco años e impulsada por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, avanza con pasos firmes. Este colectivo celebró ayer su reunión anual en Benia, donde analizaron la situación en la que se encuentran. Acudieron 21 ganaderos adscritos a la marca, procedentes del área de los Picos de Europa en su vertiente asturiana -Cabrales, Peñamellera, Onís- y cántabra, y los responsables de la FCQ en la comarca.
Uno de los primeros datos que destacaron es que han cuadruplicado el número de productores. Comenzaron cinco esta aventura, cierran el año en curso con 19 y ya tienen dos personas más apuntadas para empezar el año que viene. Y la lista de interesados en sumarse sigue aumentando. «Los datos revelan el interés de los consumidores por un producto local, de calidad, y procedente de sistemas tradicionales extensivos, que además favorece la economía en nuestros pueblos y aldeas de montaña», indicaron tras la reunión.
El crecimiento de esta marca, inciden, es «significativo». Se ha pasado de 4.400 kilos el primer año a 11.746 en este. Un incremento del 200%, remarca este colectivo.
La iniciativa, promovida por la Fundación del Quebrantahuesos, busca aunar conservación y comercialización
Esta marca se diseñó con la idea de alcanzar un modelo de comercialización más beneficioso y rentable para ganaderos de ovino y caprino que operan bajo sistemas tradicionales extensivos, negociando con las cadenas comercializadoras «precios justos acordes a la calidad de sus reses y a la singularidad de sus procesos de trabajo», que están muy ligados a la conservación de la biodiversidad en los espacios de montaña.
La marca inició en 2018 su venta local mediante acuerdos firmado con la cadena de distribución Alimerka, que comercializa la carne en sus supermercados de Asturias y Castilla y León.
Entre los problemas más debatidos en este grupo de trabajo está el manejo de los rebaños, por las dificultades orográficas y la presencia de depredadores, que exige el mantenimiento de perros de guardia (cuatro mastines de media por rebaño) y una vigilancia continuada.
Este año, apuntaron, se ha repetido el helitransporte de pienso para estos perros hasta las zonas de pastos de verano, y se ha facilitado un servicio veterinario de desparasitación, vacunación y curas para animales heridos en el campo.