Vacas en la feria de Santillán / José Simal

M. AGRA

La feria ganadera de Santillán, cita anual en el concejo de Amieva, concentró ayer alrededor de 60 cabezas de ganado procedentes de apenas una decena de ganaderías, pero de poco sirvió el esfuerzo de quienes se desplazaron hasta allí porque «no se vendió ni una sola cabeza», afirmó Toni González, ganadero de la localidad de Pen. ¿El motivo? La falta de tratantes.

El sector atraviesa un momento complicado, pese a que los precios por el vacuno de carne han subido en este último mes. «Una vaca parida rondará los 1.500 euros y, una de montaña, estará sobre los 800, pero si no viene ningún tratante poco se puede hacer», indicó. Los ganaderos achacan esta ausencia a que la feria coincidió con el mercado de Pola de Siero pero, aún así, el panorama es desalentador. «Así es como se acaban las ferias», lamentó González.

Y no le falta razón, porque en lugar de ganar, pierden. Los gastos de combustible para ir y volver desde las respectivas ganaderías con los animales oscilan entre los 60 y 120 euros, además de la pérdida del día.

Tanto es así que, alrededor de las dos de la tarde, la mayoría ya se habían marchado y apenas quedaba en el recinto una decena de vacas.