Dos de los caballos que ayer participaron en el concurso celebrado en la capital belmontina / C. Bernal

C. BERNAL

Los caballos, yeguas y ponis, que participaron en la decimoctava Feria del Caballo de Belmonte de Miranda este fin de semana no se lo pusieron fácil al jurado. «El plantel y la calidad de los animales está mejorando mucho, cada año presentan un reto mayor», aseguró José María Rodríguez, jurado durante la segunda jornada de este concurso morfológico que contó con 250 ejemplares, de setenta ganaderías diferentes, en sus ocho categorías: caballos cruzados, de silla, pura raza árabe, pura raza española, asturcones, caballos de tiro, corros y yeguas con rastra.

«Este año hubo mucho nivel, mucha participación y nuevos convenios», indicó la alcaldesa de Belmonte, Rosa Rodríguez, refiriéndose al convenio firmado con las asociaciones ecuestres Equasturias y EQ Tineo por el cual se incluirá a los seis caballos ganadores de los podios de Pura Raza Española y caballos cruzados en un campeonato a nivel regional. Otros compromisos, como el de la Asociación de Criadores de Ponis de Raza Asturcón (ACPRA), que participa en esta feria equina desde hace ya una década, revalidan la importancia de su concurso morfológico, el primero de la temporada.


ACPRA presentó a un total de 39 ejemplares. «Los que tenemos asturcones es por amor a esta raza, en peligro de extinción», explicó el criador Pablo Lázaro. «Es un animal muy noble, muy cariñoso con los guajes y una máquina desbrozando fincas y caminos», apuntó orgulloso de sus doce ejemplares de asturcón, Manolín de la Cabrera. Ambos confirman que tanto el mercado de vida como el de carne de esta especie autóctona asturiana, se ha disparado. «Un ejemplar de concurso ronda los 2.500 euros», apuntan.

La afición por el majestuoso animal aumenta también entre el público. Durante los dos días de concurso, Belmonte acogió a un millar de visitantes. «De mayores queremos ser ganaderos de caballos», aseguraron Oliver Suárez y Manuel Martínez.