Vides en Ibias / Foto: J. M. Pardo
La ciencia estudia cómo reforzar la protección antimicrobiana y antioxidante de las reses con los compuestos biactivos de la uva para reducir el uso de antibióticos
A. S. GONZÁLEZ
A veces, la respuesta está en el vino. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antimicrobianos es una de las 10 principales amenazas de salud pública que enfrenta la humanidad. El uso excesivo de antibióticos ha alimentado un problema que dificulta el tratamiento futuro de infecciones y enfermedades. La ciencia explora formas de atajarlo y una de las vías para abordarlo brota de las vides.
Las propiedades antimicrobianas y antioxidantes de las uvas, que contienen un «arsenal» de fitoquímicos, podrían ser útiles para prevenir el uso de antibióticos en animales de granja. Bajo esta premisa se desarrolla el estudio NeoGiant, coordinado por la Universidad de Santiago de Compostela e integrado por 20 socios de nueve países.
El proyecto apuesta por la valorización de residuos de la industria vitivinícola procedentes de la producción de vinos blancos que conservan un importante carga de los compuestos biactivos de la uva. El objetivo principal es desarrollar y validar formulaciones naturales con propiedades antimicrobianas y antioxidantes a partir de la valorización del orujo de uva blanca para ser utilizadas en la producción bovina, porcina, avícola y también en piscifactorías en las áreas de alimentación, salud y reporducción.
Son terapias preventivas para mejorar el bienestar y rendimiento de las reses dado que una mejor salud derivará en una merma de la dependencia farmacológica. El beneficio se traslada al consumidor, que reclama cada vez alimentos más naturales y también a las propias explotaciones, más «rentables, eficientes y sostenibles». NeoGiant es, además, economía circular porque revaloriza residuos y tira de fuentes locales de biomasa.
Los productos que se prevé desarrollar controlarán «un gran número de enfermedades infecciosas de suma importancia en la producción animal, tanto en la ganadería como en la acuicultura». Además, se reducirá la aparición de nuevas resistencias a los antimicrobianos y se controlarán mejor las resistencias antimicrobianas existentes.