José Antonio García observa a las reses mientras entraban al recinto ferial en Benia / G. P.
La cita de octubre en Onís reúne apenas un centenar de reses de vacuno en una jornada de escasa afluencia y ventas
G. POMARADA
«Hace cuarenta años esta era una de las mejores ferias del oriente quitando las de Corao. Venía ganáu de pueblos de Llanes, Cabrales y Cangas de Onís, pero ahora se acabó como se acaban todas». La reflexión, expresada por el tratante y regidor de pastos de la Montaña de Covadonga, José Antonio García ‘Toño el de Mestas’, fue ayer compartida en la feria de octubre de Benia de Onís, que reunió apenas un centenar de cabezas de vacuno. No acompañó la asistencia, como tampoco las ventas, con precios similares a los de la feria de Santa Teresa de Infiesto de la pasada semana. «No varían», señaló García.
«Esto se acaba», compartió el también tratante Ismael Álvarez, llegado desde Gijón. «Las cosas están muy raras. Los precios están como hace cuarenta años», abundó. Recordó además el incremento de los costes, especialmente de los forrajes y el pienso.
Los asistentes apuntaron también a la problemática de los ataques del lobo y la merma en la reciella. «De cabras y ovejas no queda nada», indicó García, quien rememoró que antaño en la cita de octubre en Benia «se vendía lo que los ganaderos no querían para el invierno».
El regidor de pastos de la Montaña de Covadonga adelantó que en las próximas semanas se reunirán para acordar las peticiones de actuación en el Parque Nacional de los Picos de Europa. José Antonio García señaló que los desbroces de este año «se están haciendo bien», pero restan aún intervenciones.
Entre las solicitudes figurarán, además del incremento de desbroces, quemas controladas, ya que «no acaban de arrancar».