Asturias se suma al Experimento de Ciencia Ciudadana europeo INCREASE, que distribuirá más de 1000 variedades locales de semillas para su plantación en los hogares
A. S. GONZÁLEZ
Un móvil y un pequeño jardín, una terraza o un balcón. Estos elementos, al alcance de muchos, son suficientes para contribuir a la ciencia desde el hogar y permitir la mejora de la conservación de la agrobiodiversidad de la judía. El proyecto europeo INCREASE – Intelligent Collections of Food Legumes Genetic Resources for European Agrofood Systems-, del que forma parte el Serida, sitúa a los ciudadanos como piezas capitales para la recogida de información.
Su experimento de ciencia ciudadana hace un llamamiento a la colaboración de los miembros de la sociedad para participar en una aproximación innovadora y descentralizada que mejore la conservación de la agrobiodiversidad judía, conservando, multiplicando y compartiendo sus semillas.
Quienes se suman a la iniciativa –el plazo para hacerlo está abierto hasta el 29 de febrero y basta descargarse la app Increase CSA y registrarse- recibirán un paquete con distintas variedades de judías, que han de sembrar y cultivar según las instrucciones recibidas.
El usuario debe cuidarlas y compartir el conocimiento que poco a poco vaya adquiriendo, sus trucos para que crezcan fuertes, así como reproducirlas durante cuatro años. Las semillas serán multiplicadas por los ciudadanos que mantendrán la iniciativa de ciencia ciudadana más allá de los cinco años previstos de INCREASE.
También pueden compartir sus platos una vez cocinados y todos ellos serán recopilados en «Miles de recetas tradicionales e innovadoras para cocinar judías», vademecum que se publicará en el sitio web de INCREASE. La aplicación también favorece el intercambio de semillas entre usuarios.
De este modo, y casi sin darse cuenta, los participantes anónimos contribuirán a la promoción de la diversidad genética de legumbres en Europa y a la divulgación del conocimiento científico sobre recursos genéticos y legumbres.
El proyecto permitirá evaluar el potencial y la diversidad de más de 1.000 variedades locales de judías recolectadas originalmente en los campos de los agricultores y analizar su adaptación a diferentes ambientes europeos. Permitirá, además, conocer las preferencias de «colores, formas y sabores» de los distintos usuarios.
Todo ello contribuirá al desarrollo de nuevas variedades, cruzando y seleccionando variantes de interés, ahondando el conocimiento de la biodiversidad de legumbres en Europa. El proyecto pone además en valor la riqueza nutricional de las legumbres, fomentando su incorporación a la dieta.