La temporada de ferias de la comarca empieza en Corao con apenas una veintena de reses y preocupación en el sector por los costes
GLORIA POMARADA
La temporada de ferias ganaderas en la comarca oriental arrancó ayer en la localidad canguesa de Corao pasada por agua y sin apenas reses. El temporal lastró la asistencia hasta el punto de que el recinto del Castañéu lució completamente vacío. Solo 23 reses acudieron a la cita, la mayoría de ellas propiedad de José Antonio García ‘Toño el de Mestas’, expuestas en su propia finca aledaña al ferial. «El día ayuda poco, gente iba a haber, pero con este tiempo…», apreció el también regidor de pastos de la Montaña de Covadonga. En su caso, el ganado bovino suscitó el interés de los escasos ganaderos llegados desde concejos de la propia comarca, si bien las ventas no despuntaron.
Más allá del temporal que frustró la feria, en el sector ganadero preocupan las dificultades propias del invierno, agravadas por la coyuntura económica. «Somos muy dependientes de materia prima, piensos y forrajes. Enero es el peor mes del año para los gastos que origina la ganadería y claro, es una época difícil», recordó García.
Respecto a los precios de los animales, apuntó que «se vienen manteniendo como en todo el otoño», en torno a los 1.200 euros en las vacas paridas de asturiana de los valles y entre los 800 y 900 en raza casina.
Precisamente casín fue el único ternero pastero que vendió ayer el ganadero Julio Rivera, llegado desde Llenín con dos reses. Por el ejemplar obtuvo 600 euros, un trato que consideró satisfactorio. «El precio está bien, fue lo que pedí», compartió. A Corao bajó, explicó, porque cuenta con camión propio, pues de lo contrario entiende que no compensa pagar el porte. «El día está muy mal, nunca lo había visto tan flojo», señaló Rivera.
Con malas perspectivas dijo ver también el futuro del sector, especialmente tras el incremento de los costes. «Lo de los piensos no es normal, se desmadró. Son precios desorbitados», indicó. Vinculado a la ganadería «de siempre», en su explotación cuenta con cuarenta reses. «Me desilusiono cada día más, pero fastidia tirar la toalla. Si no nos apoyan más estamos abocados a parar», sostuvo. Sus esperanzas están ya puestas en la próxima feria de Corao, que se celebrará en marzo y «es la que va a marcar el invierno». «Si va bien no hay problema, quitas vacas y alivias sitio y cartera», expresó.
«Por la costumbre»
«Para marzo la cosa ya encarece algo», apuntó por su parte Raimundo Cuenco, procedente de Bodes, en el concejo de Parres, y que permaneció fiel a la primera cita ganadera de la temporada «por la costumbre». Una vez en Corao, se sorprendió de encontrar «el mercado vacío», situación que dijo no haber visto con anterioridad.