José Ramón Suárez y Gloria García en su huerto de Llanera / Fotos: Pablo Nosti
José Suárez compagina su trabajo como informático y youtuber con el cuidado de su huerta en Llanera junto a su mujer. «Creemos en la agricultura regenerativa»
RAQUEL FIDALGO
Con una huerta de 1.000 metros cuadrados y un invernadero de 200, el sueño de José Ramón Suárez, de 55 años, junto a su mujer Gloria García, de 47, es retirarse en este trozo de campo que poseen en Llanera. Aún les quedan años para poder dedicarse en cuerpo y alma a una huerta en la que José creció junto a su familia y en la que hoy experimenta plantando todo tipo de hortalizas y verduras. «La primera huerta que tuve con cuatro años planté maíz. Lo comieron todo las gallinas», recuerda este avilesino, informático y youtuber.
Ha hecho de su pasión casi una profesión. Lleva trece años publicando vídeos en esta plataforma y acumula ya más de 45.000 seguidores. «Un día decidí grabar cómo plantaba cebollas y vi que la gente se interesaba en ver el proceso, ya que lo bueno que tienen las redes sociales, es que llegas a todo el mundo».
La tecnología ha formado parte de su vida en los más de once mil días que lleva como autónomo, es decir, treinta años dedicándose a la informática y a la tienda que posee en la villa de Avilés. En ella Gloria y José pasan todo el día hasta que echan el cierre y se ponen dirección a la huerta. No importa si la oscuridad de la noche les impide ver. Cogen sus linternas y cual detectives emprenden la ardua tarea de cuidar de sus plantas. “Para nosotros es una distracción de los quehaceres diarios además de que una huerta lleva tiempo así que sí, cogemos la linterna, aunque sea de noche, y allá vamos”.
Dedicar tiempo a cultivar además de a investigar
José sigue a otros youtubers para saber qué hacen en otras partes del mundo y poder así aplicarlo a su huerto. De esta forma, cultiva plantas exóticas como el Bok Choy, una variedad de col china o riega con agua de mar para favorecer el desarrollo de las plantas al contrario de lo que se piensa. «Yo creo en la agricultura tradicional y en la regenerativa. Mis abuelos eran capaces de mantener un sistema de equilibrio y subsistencia que hoy en día creemos haberlo inventado. El mundo funciona desde hace millones de años y las plantas se desarrollan sin mover la tierra, así que en eso estamos, en una agricultura regenerativa y no destructiva».
Cuatro manos es lo único que necesita este huerto para seguir dando sus frutos, o más bien sus verduras, las de José y Gloria. Para ambos grabar los vídeos es una manera de dar a conocer al mundo la huerta, pero también reivindicar el papel fundamental que jugamos en la sociedad para cuidar del campo. «Hay dos tendencias ahora mismo: quienes necesitan vivir de ello con una dinámica que deben producir más y los que se lo toman con calma, como nosotros, y volviendo a lo de antes. Hay que aprender a vivir con lo que tenemos y con lo que nos da el campo». Así de tajante se muestra José, quien aun siendo informático, cree que la tecnología deshumaniza a la par que ayuda a vender sus productos o darse a conocer. La realidad actual de quien tiene un huerto es dura y recoger los frutos a veces requiere de esfuerzo humano o de maquinaria. «Cada uno tiene que intentar conseguir alimento sin tanta tecnología, aunque entiendo que a veces por necesidad haya que usar tanta maquinaria aunque deshumanice».