Álvaro Egocheaga Varas. / Pilar Gutiérrez
Álvaro Egocheaga recogió el primer premio al Ganadero del Año de Villaviciosa tras toda una vida «tirando por el concurso»
PILAR GUTIÉRREZ
Acompañado de su familia y «muy contento», Álvaro Egocheaga recogió ayer el premio Ganadero del Año que entregó el Ayuntamiento de Villaviciosa. Distinción que otorgó, por primera vez, en esta edición del concurso ganadero. Egocheaga aseguraba, con un toque de humor, que «ye una distinción que tengo bien merecida». «El secreto de la ganadería ye que te tiee que gustar muchísimo, más que nada y que comer una parrillada», bromeó, sólo así se consigue una trayectoria como la suya.
En noviembre cumplirá 81 años y este premio lo entiende como un regalo a «toda una vida luchando». Dueño de la ganadería La Perla –en honor a una vaca campeona que tuvo durante años– lleva, aproximadamente, acudiendo al certamen maliayo «desde la década de los setenta», por lo que conoce el concurso desde sus inicios. Ya entonces, dijo «luché mucho por él y, desde entonces no paré, levanté mucho el ánimo entre los demás cuando era necesario, no solo en este concurso, sino también en los concursos de Colunga, Ribadesella e Infiesto, entre otros».
Además, señalo, estos son «muy necesarios», no sólo para mostrar al público «todo el trabajo que hay detrás», sino también «para mejorar la ganadería y la raza al mismo tiempo». Por eso, añadió mientras observaba las reses a su alrededor, «el concurso de Villaviciosa es tan bueno ahora, se ve la calidad tras tantos años».
En su caso, para conseguirlo, en La Perla tiene doce reses, «es mejor así, con pocas, para tenerlas bien cuidadas».