El aumento de jabalíes en zonas obliga a mantener la presión cinegética para reducir la «sobrepoblación de la especie»
A. S. GONZÁLEZ
El Principado elevará tanto las ayudas a las sociedades de cazadores como la partida destinada a los ayuntamientos que cuentan con reservas de caza. El objetivo, mantener la presión cinegética sobre el jabalí en la próxima temporada con el objetivo de «reducir la sobrepoblación de la especie y también los daños que ocasiona».
Los jabalís están cada vez más cerca de las zonas urbanas. La presión de los lobos en las áreas montañosas y la mayor disponibilidad de alimento en los territorios de menor altitud, con más cultivos agrícolas, ha motivado su descenso. Los censos y las tendencias poblacionales de los últimos años constatan el aumento de ejemplares en las zonas más bajas de la comunidad. Los incendios del pasado año evidenciaron, además, que utilizan rápidamente las áreas arrasadas, donde se concentran y generan importantes daños.
El consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, anunció durante la reunión del Consejo Regional de la Caza la decisión del Ejecutivo regional de incrementar un 25% las ayudas a las sociedades de caza, que recibirán 197.000 euros frente a los 157.000 de la última temporada.
Durante el encuentro, celebrado el lunes, el Principado presentó sus propuestas iniciales para la disposición general de vedas y el plan para las reservas de caza. Además, se recogieron propuestas de las sociedades gestoras de los cotos, de colectivos ganaderos y de organizaciones conservacionistas, que se analizarán y se incorporarán al documento definitivo que se publicará antes de abril en el Boletín Oficial del Principado (Bopa).
La nueva normativa incluirá una especificación sobre autorizaciones de control en zonas quemadas. Cuando la superficie arrasada afecte a un 20% del área de caza, se permitirá realizar controles excepcionales de la especie. Además, de modo experimental se reconocerá como zona de adiestramiento de perros de caza la costa occidental, una medida que busca reducir los daños en los cultivos.
Entre otras novedades, el documento presentado reduce de manera general las cacerías de venado, una decisión que se adopta tras el análisis de los censos y ante la incertidumbre de los daños que pueda causar la enfermedad hemorrágica epizoótica durante el verano.
Igualmente, durante la próxima temporada de caza será obligatorio avisar al responsable de las batidas cuando se realice un disparo en las reservas, con el fin de dar tranquilidad y conocer en todo momento dónde se están produciendo los tiros.
Por último, el plan de caza en la reserva de Cangas del Narcea incorporará dos nuevas áreas en Xunqueras y Rengos.