El presidente del Principado, Adrián Barbón, y el de Reader, Belarmino Fernández, aplauden al alcalde de Soto del Barco y presidente del Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Bajo Nalón, Jaime Menéndez Corrales / Diana Baizán
Los grupos de desarrollo reclaman planes para que las empresas ganen tamaño y detectan dificultades para cubrir determinados empleos
RAMÓN MUÑIZ
La Política Agraria Común (PAC) inyectará en Asturias 423,7 millones entre 2021 y 2027 y de ellos 211,5 llegan de la mano del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). El objetivo nacional es que al menos un 5% se confíen a los Grupos de Desarrollo Rural, asociaciones sin ánimo de lucro que chequean cada comarca en busca de oportunidades. Asturias apuesta fuerte por este formato y les reserva un 25%, de ahí que apremie contar con un buen diagnóstico sobre dónde interesa más distribuir ese dinero.
Con ese objetivo, la Red Asturiana de Desarrollo Rural (Reader) se embarcó en el ‘Leaderando’, conjunto de estudios que desmenuzan los problemas y oportunidades de los 62 concejos considerados medio rural. Ayer cada consultor presentó las conclusiones de su parte, componiendo una radiografía de lo que requieren para competir con «el área central de Asturias, que es un agujero negro de atracción» de empresas e inversiones, según expuso Javier García, de Sensum Finanzas. Sus datos apuntan a que «en siete municipios que no están en el ámbito Leader se concentra el 70% del PIB». En cambio en el 73% del territorio abundan actividades «de menor valor añadido, salarios medios inferiores y en consecuencia, menor capacidad para afianzar la población y atracción» de actividad.
Las empresas que ahora se acercan a los Grupos de Desarrollo Rural «son muy pequeñas, de servicios, con poca capacidad de crecer». Entre las recetas que reclamó está «una política industrial, de I+D, de cooperaciónes entre centros tecnológicos que lleguen a todo el territorio».
Carlos Sánchez, de Geonalón, coincidió en que entre los déficits fuera del área central está el «techo industrial; la oferta que hace la administración en naves para el emprendimiento es escasa y concentrada. Habría que promocionar esos centros de empresas para que desarrollen nuevas actividades en el medio rural».
Ana Rosa Fernández, del Ceder Oscos-Eo, puso la lupa en la gestión de tierras, criticando a una «administración que es incapaz de ver el potencial ecológico de los pastos en altura». El mayor problema sigue estando en «el conjunto de fincas de herederos desconocidos, que forman un universo disperso, difícil de reunir y plantear permutas por otros».
En el 73% de la región hay «actividades de menor valor, salarios medios más bajos» y dificultades para fijar población
El nuevo gerente de la red Reader, Juan Antonio Lázaro, puso entre las ideas fuerza de los grupos procurar «bolsas de tierras agrarias para el acceso público; hay una gran cantidad de tierras de la administración y hay que trabajar por adecuarlas a la demanda real; no sirve dar por ejemplo fincas de alta montaña si lo que necesitamos es que sea de media montaña».
David Villar, director general de Medio Rural del Principado, informó al centenar de asistentes a la jornada de algunas novedades para el periodo 2023-2027 que coinciden con esas demandas, caso de los instrumentos financieros: «Muchas veces el emprendedor no necesita tanto una ayuda a fondo perdido como una solvencia crediticia, poder ir arropados por una entidad crediticia cuando presenta un proyecto a otras ayudas». Una de las fórmulas será que el propio Ministerio de Agricultura «se presente apoyando el 80% de la inversión» planteada. La otra pasa por bonificar los intereses.
Cambio en el turismo
Fernando Méndez-Navia, socio del Grupo DEX, analizó el turismo, refugio de la inversión pública en la zona rural. A su juicio «hay cambios que plantean riesgos relevantes en muchas zonas, como el crecimiento de la oferta extrahotelera y el caravanismo; hay que tener cuidado, plantean dificultades». Su consejo es «ser más selectivo con el apoyo al sector, no se trata de decrecer en el esfuerzo, pero sí de concentrar las ayudas para dar mayor intensidad de subvención a los proyectos que dan mayor valor añadido». En síntesis, «no es lo mismo promover unos apartamentos que crear un hotel».
En este sector como en otros se detectan «dificultades para encontrar trabajadores». «Hay muchas debilidades a nivel formativo; hay que hacer un análisis potente y un plan específico de las necesidades de las empresas no agrarias para colocar al medio rural como punto neurálgico para atraer economía verde y circular», propuso Javier García.
Sonia Sánchez analizó la perspectiva de género en los grupos de desarrollo, con datos elocuentes. En el 99% de las asambleas de los Grupos de Acción Local hay más hombres que mujeres aunque luego en cinco de las 11 directivas hay paridad, «lo que implica una voluntad de corregir la desigualdad de origen». Ellas firman el 34% de las solicitudes pero luego logran el 52% de los proyectos que al final reciben financiación porque «sus propuestas son las mejores». De las entrevistas hechas concluyó que los hombres emprenden «para tener éxito mientras que las mujeres lo hacen para conciliar».
Barbón: «Lo rural no debe ser visto como un parque temático»
El presidente del Principado, Adrián Barbón, recordó que al inicio de la legislatura el tíque rural del autónomo «era de 25.000 euros y al finalizar es de 40.000»; también han mejorado las ayudas para los jóvenes que quieren incorporarse a la ganadería, «eran de 50.000 y las hemos elevado a 70.000».
El presidente defendió que lo rural «no puede decidirse desde un despacho de Madrid, y menos de Bruselas». Tampoco puede ser «un parque temático de fin de semana para no se sabe quién». El jefe del Ejecutivo quiere que crezca el turismo, «pero no uno contrario a la vida de los paisanos y las paisanas. Ese es el punto de partida de la red y los grupos y en eso coincidimos; hay que proteger a las personas».
LOS NUEVOS ENFOQUES PARA EL CAMPO ASTURIANO
- Fincas: urge generar bolsas de tierras agrarias para el acceso público; la mayor dificultad para ello son las parcelas de herederos desconocidos y las de titularidad pública sin gestionar.
- Formación: se reclama un plan que adapte los cursos y estudios a la demanda real que hay en el medio rural.
- Gestión forestal: hay que fomentar el desarrollo de una industria transformadora que ponga en valor la materia prima. También aclarar la propiedad de espacios forestales sin gestionar.
- Mayores: hay necesidades socio-sanitarias sin cubrir, lo que reclama de mayor apoyo a toda iniciativa que cubra ese hueco.
- Tique rural: se pide poder combinarlo con otras ayudas y que durante periodos de dos o tres meses sea compatible con el desarrollo de una segunda actividad.
- Turismo: el consejo es centrar las ayudas en proyectos que en cada comarca tengan un efecto arrastre, en vez de tratar de apoyar a más iniciativas sin importar su tamaño e impacto.
- Nuevos cultivos: las previsiones del cambio climático abren oportunidades para el cultivo de aguacate, cáñamo y lúpulo. La producción de espárragos, las castañas, avellanas y nueces requiere de más reconocimiento.
- Más techo industrial: aunque en la zona central abunda el suelo industrial y las naves nido para emprendedores, no ocurre lo mismo en la zona rural.
- Financiación: además de ayudas directas, se piden avales y respaldo financiero.