Cabrito atacado por el lobo en la zona llanisca del monte de Llabres. / E. C.
Ganaderos de Llanes denuncian nuevos ataques y la asociación Ganagri lamenta que «se carezca de intención de hacer control alguno»
GLORIA POMARADA
La experiencia les dice que en la zona del Cuera «cuando el lobo más ataca es en septiembre u octubre», sin embargo esta temporada «ya empezamos». Así lo lamenta el ganadero Omar Álvarez, con un rebaño de 80 cabras y 20 ovejas que ha comenzado a sufrir bajas. Esta misma semana el lobo mató –y así fue certificado– un cabrito de un año. «Bajó a matar casi al pueblo de Caldueñín», explica el ganadero. Ese ejemplar lo tenía reservado para cría y mejora de la raza y «si me llegan a ofrecer trescientos euros no lo vendo. Ahora me van a pagar una miseria», lamenta. Con el pago de los daños, continúa, «es lo de siempre, pagan tarde, mal y nunca». Insiste además en que los ganaderos «no queremos dinero, sino que pongan arte». Omar Álvarez explica que en su caso ya no sube las ovejas al monte pues «el último año perdí la mitad». Las cabras, por su parte, permanecen en el monte de Llabres. «El Cuera siempre fue un monte de ovejas y cabras y no va a quedar ninguna por el lobo», lamenta.
Las suyas no han sido las únicas bajas recientes, pues la semana anterior se produjeron dos más. Desde la asociación Ganagri indican que se han registrado más casos, pero los cadáveres no han aparecido y por tanto no se pueden certificar. «Hace casi dos años que metieron el lobo en el Lespre y prometieron hacer controles. No tienen intención de hacer ninguno y nos siguen engañando», afean desde la entidad ganadera.