SIVEPA amenaza con trasladar la situación a Inspección de Trabajo y la Fiscalía y los trabajadores se plantean ya movilizaciones
A. S. González
El Sindicato Veterinario Profesional de Asturias (Sivepa) ha alzado la voz contra las condiciones laborales del Cuerpo de Veterinaria del Principado de Asturias, facultativos responsables de vigilar la salud pública en los campos relacionados con las zoonosis o la seguridad de los alimentos y advierte de la posibilidad de emprender movilizaciones si la Administración regional no mueve ficha.
Responsables de los controles oficiales, la inspección o la vigilancia, entre otros quehaceres, sus condiciones laborales son, en palabras de la organización, «tercermundistas e incumplen la normativa laboral más básica».
Desde 2003, los puestos deberían haber sido sometidos a evaluación de riesgos laborales, pero solo dos de las catorce Oficinas Comarcales de Agricultura (OCAs) ha llevado a cabo la evaluación.
Los informes resultantes «son suficientes para concluir que todos los Facultativos Veterinarios que trabajan como Inspectores Oficiales en las OCAs están sometidos a riesgo biológico» y debe, por tanto, cumplirse el protocolo de protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos en el desempeño de su actividad.
No solo esto no ocurre, denuncia Sivepa, sino que además la mayor parte de las instalaciones carece de duchas y vestuarios y los profesionales tampoco disponen de ropa y calzado adecuados y de servicio de lavandería. Lavan las prendas por su cuenta y en sus hogares «poniendo así en riesgo al resto de la población y a sus propias familias».
«Se les está obligando a elegir entre dejar de hacer su trabajo o incumplir la normativa de riesgos biológicos, con la presión añadida de que si dejan de hacer su trabajo, el principal perjudicado será el ganadero», advierte el sindicato. Si una empresa privada careciera de una evaluación de riesgos laborales obligatoria desde 2003 e incumpliera la normativa de riesgos biológicos recibiría una durísima sanción y «probablemente la pérdida de la autorización de actividad», añade.
Hay más carencias. La flota de coches supera en su mayoría los 20 años y los 200.000 kilómetros. Los vehículos «se van cayendo a trozos y ni siquiera se limpian periódicamente», faltan todoterrenos en zonas de montaña, la plantilla es «muy inferior a otras comunidades en relación al número de explotaciones», «sobrecarga de inspecciones, incumplimientos de promesas laborales durante casi 20 años por parte de la Administración y un largo etcétera»
Sivepa sopesa denunciar la situación a inspección de trabajo la situación por el riesgo para los trabajadores e incluso a fiscalía por los riesgos generados para la Salud Pública debido a la actitud aparentemente negligente de la Administración.