La gama de fertilizantes bioestimulantes de Delagro mejora la calidad del cultivo y promueve el crecimiento de la microbiota del suelo, lo que favorece un mejor desarrollo de las plantas
A todo ganadero le preocupa la calidad de sus cultivos. Y es que para quienes viven del campo, encontrar fórmulas innovadoras que ayuden a optimizar el abonado es una obligación.
Referente en la distribución de suministros agrícolas, Delagro ha lanzado BLUE STAR, un fertilizante bioestimulante único en el mercado, con el que la forma de abonar ya nunca volverá a ser la misma.
Llamado a convertirse en el mejor aliado del ganadero, BLUE STAR destaca por sus propiedades microbiológicas y sus beneficios, y la importancia de adecuar y velar por la simbiosis suelo-planta para obtener unos resultados óptimos, tanto en términos de calidad como de eficiencia y cumplimiento normativo.
Este fertilizante aporta nutrientes específicos adaptados a la acidez del suelo que caracteriza los cultivos del norte de España, al incorporar en su formulación dos bacterias, Azospirillum brasilense y Pseudomonas putida, que contribuyen a mejorar la producción.
Como explica Alonso López, Product Manager de Delagro para la zona de Galicia, “al mejorar la eficiencia de las plantas en la captación y aprovechamiento de los nutrientes disponibles en el suelo, estos fertilizantes contribuyen a una agricultura más sostenible, reduciendo las emisiones, la huella de carbono y las pérdidas de nutrientes no aprovechados”.
Gracias al desarrollo tecnológico de BLUE STAR se puede aumentar la disponibilidad de los nutrientes en los cultivos y estimular a la planta para que tenga una mayor absorción. “Con BLUE STAR logramos una reducción de costes ya que estas bacterias permiten aprovechar nutrientes que habían quedado insolubles en el suelo, a fijar nitrógeno ambiente y a solubilizar el fósforo insoluble en el suelo. Así, evitamos tener que aplicar grandes cantidades de nutrientes convencionales, a la vez que cumplimos con las nuevas exigencias europeas”, añade Alonso.
Hasta un 55% más en algunos cultivos
En los ensayos en forraje llevados a cabo por IDEAGRO en Córdoba en 2017 realizados con una aplicación conjunta de las dos bacterias que incorpora BLUE STAR, se observó que la aplicación del producto al suelo producía un incremento en diversos elementos como el contenido de nitrógeno, fósforo, hierro, manganeso, calcio y magnesio. Además, en cultivos extensivos como maíz se observó un incremento de la producción de grano de un 14%.
Con respecto a la producción de forrajes con cultivos como la avena, el centeno y el triticale, la aplicación de Azospirillum + Pseudomonas incrementó la producción en un 43% con respecto al tratamiento convencional. Cuando se contabilizó la producción de triticale por separado, esta se había incrementado en un 55%, mientras que la de centeno lo hizo en un 31%.
El efecto observado sobre la producción de forraje se debió a un incremento de la altura de las plantas de un 19% con respecto al tratamiento control donde no se habían aplicado los microorganismos.
En cuanto a la calidad del forraje obtenido, la aplicación de Azospirillum + Pseudomonas produjo un aumento del 14% de la proteína bruta con respecto al tratamiento control. Además, se observó un incremento en el contenido de fibra.
Sobre su uso, Alonso López explica que “BLUE STAR puede aplicarse directamente al suelo, bien sea esparcido a voleo en superficie, en fondo o localizado. En pradera se recomienda la aplicación en fondo, en la implantación del cultivo. En el caso del maíz, también debemos aplicarlo en fondo, de forma previa a la implantación; para huerta, se recomienda una aplicación al inicio como abonado de fondo”.
Asimismo, el grupo Delagro dispone de fórmulas específicas de BLUE STAR para otro tipo de cultivos intensivos, como por ejemplo, el viñedo.