Los tres premiados de la categoría Puerto, acompañados por las autoridades. / Arnaldo García
La quesería Vega Ceñal, del Valle, y Uberdón, del Puerto, se coronan con los primeros premios del Certamen Quesu Gamonéu 2024
SORAYA PÉREZ
benia de onís. Los productores de Gamonéu alzaron su voz ayer en Benia de Onís para advertir de que los ataques del lobo están poniendo en peligro el futuro de este manjar asturiano. De hecho, fue uno de los ganadores del Gamonéu de Oro 2024, Juan Sánchez Gutiérrez, quien aseguró que «los políticos son quienes deben poner mano dura porque los ataques del lobo amenazan con la extinción de la ganadería y el queso». Esto lo dijo durante la edición 44 del Certamen Quesu Gamonéu, que se celebró ayer en Benia de Onís.
Sánchez fue reconocido, junto a su madre, Enriqueta Gutiérrez Traviesa, de 91 años, con el máximo galardón del certamen por «una vida dedicada a la producción de Gamonéu». Y dejó claro que «estamos cansados de promesas que no llegan a ningún puerto. Lo que queremos son soluciones al problema del lobo para poder seguir produciendo», comentó, emocionado hasta las lágrimas.
También César Suárez, de la Sidrería Tierra Astur, fue distinguido con el Gamonéu de Oro 2024.
Dentro de las categorías del Valle y del Puerto, este año participaron 16 queserías. Tres de ellas, de los puertos y trece, del valle. Un jurado compuesto por siete expertos decidió otorgar, en la categoría del Valle, el primer premio a la quesería local Vega Ceñal; el segundo lugar, a la quesería Priena, y el tercero, para la quesería Priédamu. En la categoría del Puerto, el primer premio fue para la quesería Uberdón, de la Vega de Gumartini, en el Parque Nacional de Picos de Europa; el segundo galardón fue para la quesería Enrique Remis, y el tercer lugar se lo llevó la quesería Gumartini.
Graciela Valle, presidenta de la DOP del Quesu Gamonéu, explicó que el jurado se fija, sobre todo, «en que el queso se desgrane en la boca y deje un ligero gusto de avellana para ser considerado de calidad». Añadió que un buen queso Gamonéu debe tener un olor fuerte y agradable. Bien sea graso, duro o semiduro, de buena textura y un ligero ahumado, de sabor medio, color amarillento «y alguna mancha azul, no excesiva, pero tiene que tenerla. Además, el color de la corteza del queso también es muy importante», señaló la también quesera de Onís.
Por su parte, el alcalde de Onís, José Manuel Abeledo, explicó que en esta edición se pusieron a la venta más de 2.000 kilos de queso, de elaboradores procedentes tanto del Valle como del Puerto. «Aparte de lo que es la feria de queso vinieron también este año otros participantes que mostraron lo mejor de sus producciones de miel, bollería, embutidos y mermeladas, entre otros», señaló el regidor.
En esta ocasión lo recaudado en la subasta de los quesos ganadores se destinará a la Asociación de Enfermos de ELA de Asturias.
«Dar visibilidad al Gamonéu»
Antes de la entrega de premios, algunos expositores explicaron las características de sus quesos. «Empezamos a participar en este certamen en 2008. Es importante para darle visibilidad al quesu Gamonéu, porque es una de las mejores cosas de nuestra tierra», comentó la quesera Ana Blanco. Añadió que «nuestro queso se distingue por el uso de leche propia. Concretamente utilizamos las tres leches, de cabra, vaca y oveja, y eso la gente lo aprecia», dijo.
Cristina Muñiz señaló que «nos hace mucha ilusión participar porque nuestra quesería, aunque es pequeña, es totalmente artesanal y ponemos mucho cariño en la elaboración de cada queso», dijo.
«El paraíso de los quesos, un lugar en que la gente era feliz»
Este año el pregón del Certamen Quesu Gamonéu 2024, estuvo a cargo del gaitero Vicente Prado ‘El Pravianu’. Como no podía ser de otra manera, aprovechó la ocasión para cantar ‘Maravillas de Asturias’ y al ritmo de sus acordes contar el cuento del quesu Gamonéu. En su historia, Prado imaginaba que era el año 2225, «no dentro de mucho», decía. En ese año, un nieto le preguntaba a su abuelo qué era el Gamonéu. «Un reino, que se llamaba España, tenía innumerables paisajes y dentro de él se encontraba Asturias, un lugar lleno de montañas y de gente que era feliz», narraba. «Era reconocido como el paraíso de los quesos, pues había tanta variedad que en ningún otro lugar del mundo se elaboraban tantos manjares. Entre ellos destacaba el Gamonéu… Pero un mal día, el lobo mató a las ovejas y a las vacas que daban la leche para el queso, la gente empezó a tener miedo y el Gamonéu, poco a poco, desapareció», relató el gaitero, insistiendo en los peligros de los ataques del lobo.
En el certamen también se llevó a cabo una demostración de trabajo con perros pastores, en el recinto del Vallín.